La optimización de procesos en términos de tiempos de procesamiento más cortos y vida útil prolongada, son aspectos esenciales para que las empresas que se dedican hoy en día a la fabricación, puedan aumentar su rentabilidad. Estrategias de fresado inteligente, como el proceso de mecanizado trocoidal, son la solución. En combinación con las nuevas fresas para trocoidal CircularLine CCR, es posible aumentar la vida útil de las herramientas y producir componentes en menos tiempo.
En el fresado trocoidal, entran en juego sistemas CAM y ciclos de control novedosos. De esta manera, es posible mantener una carga constante de la herramienta y un espesor medio de las virutas también constante. Como resultado, se garantiza un proceso de mecanizado más efectivo. Este tipo de técnicas es especialmente adecuado para el mecanizado de ranuras profundas y paredes altas.
En casos en los que hay que mecanizar mucho volumen o ranuras profundas y paredes altas, se ponen de manifiesto las ventajas del fresado trocoidal. Además de la enorme seguridad en los procesos y un ahorro de tiempo considerable, no hay que olvidar la prolongación de la vida útil y la reducción del desgaste de la herramienta. Esto se debe a que con el fresado trocoidal, el ángulo de contacto entre fresa y material, se mantiene lo más reducido posible y, por lo tanto, también la vibración. Asimismo, es importante mencionar que se amplía la zona de enfriamiento de la fresa. Esto tiene un impacto positivo en cuanto al desgaste.
Otro aspecto interesante es el aprovechamiento del metal duro. Se requiere algo más de cantidad de polvo de metal duro para la fabricación de la herramienta, sin embargo la longitud de corte de dicha herramienta es el doble. De este modo, el desgaste en relación con el volumen de material mecanizado, se reparte por toda la longitud del filo de corte. Si volvemos a comprar esto con el uso de materias primas, se obtiene una rentabilidad de lo más atractiva.
Debido a las fuerzas radiales mayores, las herramientas para este tipo de estrategia requieren de una geometría especial y de un núcleo más estable. Además, tanto el metal duro como el recubrimiento deben ser muy resistentes al choque térmico, ya que debido a los intervalos de corte y refrigeración, las temperaturas del filo de corte oscilan notablemente. Un error al elegir la herramienta puede provocar pequeñas grietas en el filo de corte o roturas.
Las nuevas fresas CircularLine CCR poseen estas propiedades y son primera opción si se quieren alcanzar resultados de excelencia con procesos de fresado trocoidales. En estas fresas, se le ha dado una importancia suprema al recubrimiento y se las ha provisto de la legendaria tecnología de recubrimiento “DRAGONSKIN”. Como toda herramienta High Performance con "piel de dragón" que se precie, las nuevas fresas CCR son especialmente robustas y resistentes al desgaste, y resisten incluso grandes oscilaciones de temperatura.
Otra peculiaridad de las fresas: Disponen de un rompevirutas especial adaptado a la geometría de corte. Esta necesidad se pone en relevancia cuando se observa una viruta de 48 mm de largo, que se da por ejemplo con longitudes de 4xD y un diámetro de 12 mm sin rompevirutas. Gracias al rompevirutas, la longitud de la viruta se acota a 2xD y se garantiza una evacuación adecuada incluso con los materiales más problemáticos.
Las fresas CircularLine están disponibles en dos variantes: una de uso universal y otra especial para el mecanizado de aluminio. Mientras que en el caso de CCR-UNI existen seis filos que se encargan de garantizar la estabilidad de marcha y un volumen de arranque elevado, CCR-AL cuenta con cuatro filos que posibilitan una carga lateral elevada. Están disponibles en 3xD (acero) y hasta 4xD (aluminio) y pueden alcanzar profundidades de corte de toda la longitud del filo.
Tal y como ponen de manifiesto las pruebas, el fresado trocoidal con fresas CCR alcanza mejores resultados en cuanto a datos de corte, que los logrados con los procesos de mecanizado convencionales. De esta manera, los tiempos de mecanizado se pueden reducir drásticamente. Se han conseguido optimizar notablemente incluso aplicaciones que se consideraban muy complejas anteriormente. Con materiales como el acero inoxidable 1.4404, siempre había problemas durante la eliminación de virutas. En las pruebas, este material se trabajó de una manera nada habitual, completamente en seco. De este modo, se determinó que el efecto del choque térmico se pudo minimizar, lo que hizo posible que se alcanzaran vidas útiles más prolongadas, que con el mecanizado con taladrina. En un caso, el tiempo de mecanizado habitual de una pieza se redujo de los 12 minutos a las 5 minutos y medio, y la vida útil general se triplicó. Estas cifras ponen claramente de manifiesto lo que se puede lograr con una herramienta apropiada en combinación con la estrategia de mecanizado correcta.
Los procesos que se ha comprobado con creces que funcionan en el fresado, ahora se pueden aplicar también al torneado. Más información: Torneado trocoidal con sistema CAM.